viernes, noviembre 18, 2005

Tan de repente

A los 26, ya publicó su primera novela: la historia de dos amigas... demasiado íntimas

Txt. Hernán Muleiro.

¿Vos me querés a mí? Con la cadencia de una súplica amorosa, la precoz escritora Romina Paula (26) tituló su primera novela: la historia de Inesia y Viole, dos adolescentes porteñas que (en medio de una amistad sexualmente ambigua) hablan sobre los dilemas que las atormentan, tan banales como trascendentales: el miedo a envejecer y morir, los imitadores de Emilio Disi, el rol de los medios en su educación, la imposibilidad de relacionarse con sus padres y la cultura que las rodea, los capítulos de Montaña rusa y la angustia propia de una edad donde deberían madurar.

Además de dedicarse a la literatura, Romina actuó en la película Punta del diablo, su tercera aparición cinematográfica, y dirige la obra de teatro que escribió en base a la vida y la obra del poeta argentino Héctor Viel Temperley. Aunque es habitué del teatro off, confiesa: "¡Me muero por ir a ver El champán las pone mimosas!". Así que no es extraño que tenga problemas para definirse: "No sé si soy actriz o escritora, actúo y escribo más bien. ¿Viste cuando viajás que tenés que poner qué sos? Siempre pongo 'estudiante', porque eso se puede usar hasta tener patas de gallo", dice Romina, de pelo corto, ojos azules y sin novio, nacida en Beccar.

—¿Es una novela autobiográfica?

—Qué pregunta cholula... eh... es bastante autobiográfica. Es un retrato tocado de un momento de mi vida. Toco cosas para que los personajes sean de determinada manera, pero la mayoría son cosas que, si no las viví, le pasaron a una amiga. Me di cuenta de que es muy gracioso cómo lo grave se mezcla con lo cotidiano y lo superficial en los diálogos, que eso pasa todo el tiempo, que estás hablando de la muerte de alguien y de repente decís: "¡Me compré unas zapatillas!".

—¿Por qué se llama así el libro?

—En realidad se iba a llamar "las ganas de ser pibe", que es otro de los capítulos, porque al principio pensé que la línea iba a estar del lado de la ambigüedad sexual, pero eso terminó siendo un tema más. Trata más bien sobre la sexualidad. Ojo: no va por el lado de "ay, es trola o no". Eso me parece estúpido...

—También escribís sobre el miedo a la muerte y la gran angustia respecto del futuro. ¿Eso lo ves en tus pares?

—No se si diría "esto es generacional". En todo caso, estoy tan adentro que no me doy cuenta. Adscribo a la mayoría de esos discursos, esa angustia existencial me resulta muy familiar. Las protagonistas, Inesia y Viole, están todo el tiempo dando vueltas sobre su propia cola, pero no la ven ni cuadrada...