lunes, diciembre 03, 2007

Estudio del amor

[por Celia Dosio, para Perfil]

El amor. Entropía acaba de publicar la trilogía de Lola Arias que incluye fotos, fichas técnicas de cada estreno y un bonus track donde se recuerda la génesis de esos textos. Las obras tienen un personaje en común pero la unidad también se logra por un sutil entramado de citas y referencias. Dice Lola: “esta trilogía podía pensarse como un estudio del amor en tres partes: el inicio del amor (Sueño con revólver), el final del amor (Striptease) y el duelo (El amor es un francotirador). Y como telón de fondo, una ciudad oscura, amenazante, post-todo: Buenos Aires del futuro, idea recurrente, sugerida, apenas vislumbrada pero también muy eficaz".

Lo real. La experiencia de lectura hace que estos textos se escapen de la realidad escénica y se acerquen a la poesía. Lo más interesante de lo que sucedía en escena adquiere en el papel la forma de acotaciones tan irrepresentables como literarias. Por ejemplo, al describir los movimientos de un bebé como los de un “robot melancólico” o decir que “su corazón es la banda sonora del mundo”.

En toda la trilogía está esa exploración con los límites de la representación. Ya sea por la presencia del bebé (¿puede actuar un bebé si todavía no está en el lenguaje?). O en Sueño… que transcurre en una penumbra casi total, intuyéndose los cuerpos semidesnudos apenas por sus movimientos. O en El amor… cuando se cuenta la historia de cada uno de los tatuajes que el actor (no el personaje) tiene en su cuerpo.

Al mismo tiempo, ciertos textos que resultan especialmente literarios en la puesta, se vuelven más explícitos y menos poéticos a los ojos del lector. Por ejemplo, cuando en Sueño… la voz masculina pregunta:

“¿Dónde vivís?

En el Norte.

¿En los barrios alambrados que tienen guardias con rifle?

No, en la periferia, donde están los trenes de los pobres.”

Esas tensiones con lo que excede la representación dan cuenta de una profundidad y sensibilidad poética tan singulares que hacen de la lectura de la trilogía una experiencia a disfrutar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

basta con el teatro muchachos,
no da.

Anónimo dijo...

Pero, nos lo hubiera dicho antes. Ahora ya estamos al caer con Bizarra y la antología de dramaturgas.
Bueno, suspendemos todo.

Anónimo dijo...

si, x favor. suspendan!