viernes, enero 09, 2009

Textos que no son obras

Acerca de Dramaturgias

Por Luciana Espinosa, para No Retornable

El teatro, en tanto fenómeno teatral o “verdad-teatro”, es irreductible a su propio texto a la vez que lo supone. La forma-teatro en su versión escrita se presenta ella misma siempre incompleta, faltante respecto del momento crucial que lo acaba en su propia definición: el momento -fugaz y eterno- en que se encuentran series diversas, público y actores, mediando un escenario y el telón como firma del pacto de ficción. Desde esta afirmación es fácil percibir una cierta “dificultad” que emerge, tan sólo, en el momento de leer los textos teatrales -textos que no son las obras- y que corroboran su falta estructural, la falta del momento de la representación en escena, aunque desde su reverso, sea ello mismo lo que constituye su peculiar encanto: la lectura que busca recomponer el acontecimiento negado.

En este sentido, la antología teatral Dramaturgias nos presenta siete ocasiones de invención, siete versiones distintas de lo imaginario, siete artistas, siete mujeres, en última instancia, siete posibles obras teatrales cuyo “hilo común” sólo surge de un forzamiento, del obcecado deseo de profundizar las coincidencias allí donde comienzan a esbozarse afinidades. Si bien es cierto que por lo menos se deja plantear la pregunta (que se explicita en el breve pero contundente prólogo que realiza Mariana Obersztern) acerca de si lo que se va a leer es propio de un subgénero (el teatro de mujeres) o una mera compilación de creaciones teatrales contemporáneas sin más, nada hay en el texto que nos lleve a perseverar en la primera alternativa. El libro parece sustraerse cómodamente a los intentos de buscar “lo común” para reunificar sus textos y por el contrario, despliega su verdadera riqueza en tanto permite el despunte de la peculiaridad propia de cada obra.

Ahora bien, no podemos dejar de mencionar tampoco que las dramaturgas de la compilación son jóvenes argentinas cuyas edades oscilan en un pequeño rango que va desde los veintitrés hasta los treinta y cinco años, y que han sido muy afines en sus formaciones profesionales, las cuales parecen trazar una extraña línea de puntos que acaba dibujando un círculo que deja a los mismos individuos en su interior.

Completo acá.

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