martes, abril 29, 2014

Entropía, 10 años de un sello nacido al calor de la nueva literatura argentina

En TELAM, nota sobre los 10 años de Entropía


La editorial independiente Entropía celebra sus primeros diez años de vida con un catálogo "permeable y reactivo a los cambios de época", y una interesante apuesta en la 40 Feria del Libro de Buenos Aires, que se celebra en el predio porteño de la Rural hasta el 12 de mayo próximo.

Los 10 años de Entropía llegan con la nueva colección Nouvelle que inauguró "La Serenidad" de Iosi Havilio; y la presentación en "Zona Futuro" de la Feria, el 9 de mayo a las 20:00, de la escritora Romina Paula y los editores Gonzalo Castro y Sebastián Martí­nez Daniell, quienes repasarán los inicios del sello, con música y un brindis.

Entrando por Cerviño 4440, al Pabellón Amarillo del predio de avenidas Santa Fe y Sarmiento, se sumará el taller de escritura de Ignacio Molina, autor de "Los puentes magnéticos"; y ya fuera de la feria, a los festejos se añadirán la reedición de "Opendoor", de Havilio; "La comemadre", de Roque Larraquy; "¿Vos me querés a mí­?", de Paula y "Conquista de lo inútil", de Werner Herzog.

Así como el ciclo "Preguntas por el cómo", cada tercer miércoles de mes, hasta noviembre, en la librería Gandhi de Palermo, donde autores como Sergio Chejfec, Carlos Ríos o Hernán Ronsino cuentan la trastienda, laboratorio y cocina de sus textos.

Entropía nació en 2004, cuando aún era muy reciente el recuerdo de la mayor crisis socioeconómica argentina, "una época que había dejado una estela de empobrecimiento o escasas prosperidades que terminó resultando favorable para la aparición de propuestas editoriales como la nuestra", contó a Télam Martínez Daniell.

Ocurre que "la crisis y consecuente fluctuación de divisas llevó a grandes grupos a restringir la importación de títulos y limitarse a autores probados comercialmente", mientras que la efervescencia social derivó en una gran la producción textual, "pululaban gran cantidad de obras de una nueva generación de escritores que no encontraban espacio" y lo hallaron en emprendimientos inéditos Entropía, Interzona, Bajo la Luna, Mansalva o Adriana Hidalgo.

El rol de esos sellos, reflexionó Martínez Daniell, fue "encausar la enorme producción literaria local que estaba siendo ignorada o desperdiciada", así como "la obra extranjera desestimada por grandes grupos editoriales".

La editorial, asimismo, nació de la confluencia de saberes, intereses y ganas de cuatro viejos amigos: Gonzalo Castro y Martínez Daniell tenían escritas sus primeras novelas sin editar; Valeria Castro hacía años planeaba lanzar su propio sello; y Juan Manuel Nadalini "reunía todas las condiciones para transformarse en un extraordinario editor", agregó.

Con esas dos novelas salió a la calle -"Hidrografía doméstica", de Castro, y "Semana", de Martínez Daniell-, que a pesar de ser obra de dos ignotos "abrió dos puertas en forma casi simultánea", recordó el editor.

Mientras la académica Graciela Goldchluk les proponía editar la correspondencia inédita de Manuel Puig, se acercaban autores inéditos como Paula o Havilio; todas obras que una vez publicadas "se hicieron notar rápidamente en el panorama literario argentino" haciendo que "el salto de la editorial fuera exponencial" y que "el resto de la historia ya sea más conocida", resumió.

En estos 10 años, consignó Martínez Daniell, "el contexto nacional e internacional se ha modificado enormemente y nuestro catálogo y búsquedas fueron siendo permeables y reactivas a esos cambios, aunque el espíritu continúa siendo el mismo".

¿Definir ese espíritu? "No es fácil -se adelanta-, quizás el mejor atajo sea vincularlo con la absoluta libertad a la hora de seleccionar lo que vamos a publicar y el rigor que intentamos poner en el proceso de edición".

"Pertenecemos a un movimiento que, a falta de mejor nomenclatura, se lo llama de editoriales independientes -para indicar que no hay grandes grupos económicos controlando la política editorial-, pero preferimos llamarnos interdependientes, porque nuestra supervivencia depende en gran medida de múltiples comunidades vinculadas con la circulación de textos entre escritores, libreros, editores y críticos", remarcó.

¿Qué define a un sello interdependiente de uno mainstream? "No la calidad de las obras que publica -aseveró Martínez Daniell-, hay buenas y malas en todos los catálogos, la diferencia está en que podemos moldear un catálogo con personalidad propia, suelto de las amorfas preferencias del mercado" y "tiempo" para cada libro libre de "exigencias comerciales".


Con 45 títulos y nueve colecciones -Novela, Nouvelle, Cuento, Teatro, Crítica, Poesía reunida, Apostillas, Colección Puig y Antología- son 56 los autores que publicó la editorial, en su mayoría argentinos aunque el abanico reúne extranjeros como el alemán Werner Herzog, los mexicanos Mario Bellatin y Daniela Tarazona o el portorriqueño Luis Othoniel Rosa.

Cada uno de los autores publicados -Virginia Cosin, Mariana Dimópulos, Alejandro García Schnetzer o Leandro Ávalos Blacha entre otros- "fue un hallazgo" y "el hecho de que luego algunos continúen sus producciones literarias y confirmen el potencial que entrevimos en un comienzo es un valor agregado", aseveró sobre escritores a los que se suman como Pola Oloixarac, Sonia Budassi, Augusto Bianco, Diego Muzzio y Raúl Castro.

Para Martínez Daniell esa búsqueda "es la parte más inasible" del trabajo editor: "¿Cómo se encuentran estos autores en el enorme fárrago de inéditos que circulan por la Argentina? Leyendo mucho, luego empiezan a jugar el azar, afinidades estéticas, valoración de textos en su particularidad y al margen de las nomenclaturas, divergencias razonadas y coincidencias intuitivas", aventuró.

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