martes, julio 25, 2006

Tecnología


















Creemos que con nuestra nueva impresora a rayo láser tipo Xerox-Xanadú, no necesitaremos nunca más tercerizar los vegetales de los interiores de nuestros libros.
Claro, luego de esta adquisición, JM ya quería comprar una Heidelberg Speedmaster de 6 colores, para poder ser imprentero como Virgina Woolf. Tratamos de disuadirlo diciéndole que, para obtenerla, tendríamos que vender las viviendas de todos nosotros, y de todos nuestros familiares cercanos (y probablemente las de todos ustedes).
Ahora está sin consuelo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra fuente de trabajo que se pierde. Nuestro vegetalista/corrector no nos lo va a perdonar nunca.

¿Tenemos el noujau para operar ese artefacto?

¿Esto también lo compramos con la Beca Telerman, al igual que mi iPod y el hígado artificial de SMD?

Anónimo dijo...

Bajo qué administración se encuentra actualmente este blog? Bajo la de JM o bajo la del sector que pretende echarme del catálogo?

Anónimo dijo...

Creo que está claro, Molina.