Hernán Ronsino lee La sed, de Hernán Arias, y la reseña en el marco de un panorama sobre literatura de provincias que escribe para la revista Debate:
«En su primera novela, La sed, recientemente editada por Entropía, Arias modela, en cinco fragmentos fechados entre junio de 1986 y febrero de 1987, la percepción y la mirada de un chico en un pequeño lugar de Córdoba, más bien, en una zona rural. La cacería de liebres, los vericuetos del monte, las carreras de caballos, y un tío que trae, en su idealización, el eco de aquel tío del cuento de Walsh, en tanto héroe, todo eso, compone el entorno y el espíritu de un relato intenso. A partir de ese mundo familiar se va trenzando un profundo vínculo, entrañable, diría, con la naturaleza y con el mundo de los adultos. La violencia aparecerá como un elemento constitutivo de ese universo. Pero bordado por el afecto: los asados, las historias del lugar, los italianos, Buttiglieri, la figura enigmática de esa mujer, Lucrecia, que le cuenta al chico que el dolor de una lastimadura se parece a la sed. Y entonces esa ausencia que comenzará a perfilarse, mientras una tormenta se gesta y estalla al final. Una tormenta en la pampa. Esta novela explora la educación sentimental de un chico que comienza a percibir los bordes del mundo. Se abre, en esa construcción, a partir de una prosa sumamente cuidada, morosa, un clima o una forma de pensar el tiempo. En La sed se instala una indagación sobre la realidad encarnada en la mirada de un niño arrojado en la inmensa pampa.»
La nota completa, acá.
jueves, agosto 04, 2011
Recuerdos de provincias
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