lunes, octubre 30, 2006

Reseña bahiense

Los estantes vacíos

por Silvana Angelicchio [Ecodias, Bahía Blanca]

Definir su género, hacer un resumen de su argumento o perfilar su temática puede resultar un ejercicio tan elusivo como la propia lectura de Los estantes vacíos. Sin embargo, esto no es una objeción sino un halago, ya que la sensación de no hacer pie que proviene de los quince relatos que lo conforman resulta estimulante y atrapa al lector en su realidad enrarecida.
La geografía se reconoce como porteña, el tiempo como presente y cercano, pero siempre hay alguien que pide la hora o pregunta a gritos por una calle.
Los detalles son minuciosos, pero no tienen incidencia en las acciones que se describen.
Los personajes son recurrentes, protagonizan un relato y son comparsas en otro, mostrando el mismo hecho desde diferentes ángulos, pero no se los reconoce fácilmente. Sólo pinceladas cortas que van pintando un estado de ánimo generacional. Una indolencia que los protagonistas no reconocen sino vagamente: "Una madrugada de domingo mientras caminaba desvelado por el barrio, tuvo una sensación extraña. Durante unos segundos no supo de dónde venía ni hacia dónde iba, se preguntó qué hacía parado en ese lugar y para no perder el equilibrio, tuvo que apoyarse en un poste.", y se mantiene con rutinas, diversiones inmediatas o durmiendo.
El título proviene de uno de los relatos -definitivamente no son cuentos tradicionales cuando exponen poco, son todo desarrollo, y carecen de desenlace-, en el que un hombre registra que ha finalizado su matrimonio recién al ver vacíos los estantes de su biblioteca. Faltan los libros, entre los que ha escondido un mensaje que su ex podría no encontrar jamás. Un azar al que parece haber apelado el propio autor, con este atrapante trabajo.
Nativo de Bahía Blanca y afincado en Buenos Aires donde se desempeña como periodista y corrector, esta es la primera obra editada del joven Molina, que ya era conocido como blogger.

martes, octubre 24, 2006

Mockba cover

La inagotable imaginería entrópica no se detiene, claro. No ante el volumen de relatos de Diego Muzzio, Mockba, de próxima materialización.
Elegante y lúgubre, el color elegido es el negro, para solaz de los newtonianos, que siempre sostienen que sí, que se trata de un color.

[Como siempre, censuraremos los comentarios excesivamente laudatorios, que corroen la credibilidad de este globbspot.]

viernes, octubre 20, 2006

Contrataping

En un paso más hacia el vacío, ahora vamos a experimentar con la composición de la contratapa de “Opendoor”, de Iosi Havilio (novela de la cual ya apostillamos anteriormente los tres primeros párrafos, y un puñado de versiones de tapa).

Aquí un inicio posible cualquiera, y ya sigan ustedes:

Opendoor
Iosi Havilio

El desplazamiento entre la ciudad y el campo construye la dinámica básica de esta novela, un movimiento que transforma y amplifica los rasgos sensoriales en la indolente voz de su protagonista, una joven veterinaria [...]

miércoles, octubre 18, 2006

Molina lector

En el marco de su ciclo de lecturas itinerante, el Quinteto (Leonardo Oyola, Ricardo Romero, Funes, Federico Levín, Ignacio Molina) se presentará hoy miércoles a las 20:30 horas en el bar "El viejo Belgrano", Amenábar 2363, ciudad de Buenos Aires.
Estamos todos invitados.

jueves, octubre 12, 2006

Cómo entretener a la familia

Una tardía reseña del tomo 1 de la correspondencia de Puig , en la página web de Punto de vista.

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Cartas... y más cartas: cómo entretener a la familia o el arte de querer a la distancia

por Adriana A. Bocchino


Las cartas europeas de Manuel Puig, cuidadosamente editadas por Graciela Goldchluk el año pasado, remiten a un autor, un escritor de novelas que todavía no sabe –sobre todo él no lo sabe-, que será un escritor de novelas. Lo que sí sabe es que está empeñado en meterse de lleno en el ámbito del cine y el espectáculo europeos.
Manuel empieza a viajar en barco hacia Europa el viernes 27 de julio de 1956, tan sólo con veintitrés años y decidido a ganarse el favor de maestros, directores, productores, actores y actrices, a fin de llevar adelante un sueño: hacer películas. Películas como aquellas que lo mimaron desde chico en el cine España de su General Villegas natal: primero, a los cuatro años, de la mano de su padre, Baldomero, para ver La novia de Frankestein y quitarse el miedo, y luego, casi a diario, de la mano de su madre, tanto sea para ver películas de todo tipo como buscar libros en la Biblioteca Municipal que funcionaba en el mismo edificio, en el piso de arriba.
El viaje se realiza para seguir la carrera de dirección cinematográfica en el Centro Sperimentale di Cinematografía di Roma. Puig nunca llega a ser director de cine pero las cartas que empieza a escribir desde el primer momento que pone un pie en el barco, la primera fechada a los tres días de haber zarpado, devuelven a la familia, a su madre, una novela -una película, tal vez- como ellos deseaban sea vivida por Coco. Manuel Puig firma estas cartas familiares con la intimidad del sobrenombre, un perfecto desconocido para quienes serán luego los lectores de sus novelas. Y si bien resultan familiares e íntimas también a los lectores de sus novelas futuras le ofrecen otra novela -la póstuma arriesgará su prologuista: una novela de formación para dejar paso a una de iniciación, en la que el protagonista nos cuenta su viaje, sus diversas estadías, los paisajes que más lo conmocionan, las personas que definen, por la positiva o la negativa, sus gustos, su estética, los amigos y las amigas, pero sobre todo, fundamentalmente, las películas, los espectáculos, la ópera, la danza... Metidos en diagonal entre Coco y su familia, los lectores hacemos también el viaje.

[sigue en Bazar americano]

martes, octubre 10, 2006

Laboratorio

Estamos convencidos de que con este material (polaroids tomadas por SMD en Moscú y Barcelona) alcanzaremos el cenit del book-cover design. El libro se llama Moskva, y es un volumen de relatos de Diego Muzzio, excelente compañía para el libro de Molina, hasta el momento único bajo la nomenclatura:
_cuento

viernes, octubre 06, 2006

Adaptation

Río, lunes 22 de marzo 1982


Querida familia:

Primera carta de la nueva tanda. Hoy una semana que se fueron, acá todo más o menos controlado, el Zacharías está cuidando el 107 así que eso no me preocupa. El teatro bien, dieron los premios Molière, los más importantes de teatro del año, y Rubens Corrêa ganó el mejor actor.
Lo malo de la semana fue la llegada del guión “pasado en limpio” por De la Torre. Una verdadera catástrofe. Cortó cosas y puso otras al tun tun, hoy habló por teléfono y me le mostré absolutamente decepcionado, se pegó un susto y quería venir hoy mismo en el avión de las tres pero lo frené... hasta mañana, ahora lo voy a llamar a cobrar para tratar de disuadirlo de que venga, es un cabezón y basta ¿para qué más discusiones? si total sale haciendo cualquier burrada. Es algo de no creer lo que quedó del guión, al sacar cosas no se entiende nada. Una lástima. Yo le voy a pedir que saque mi nombre de la adaptación y basta. Qué se le va a hacer, total nadie va a ver el bodrio fuera de la Argentina, y allá me sirve de propaganda, y hasta es capaz de tener éxito de público. Pero yo no quiero tener nada que ver. Será la última vez que me meto con él, es increíble.
Bueno, a otra cosa. El otro bodriero, el Babenco, sigue con la cuestión de la mujer araña, dice que no descarta el otro argumento del bígamo pero sigue con esta cuestión. Conversamos una tarde sobre la película de la mujer araña y dijo tantos disparates que quedé planchado ¡qué redoblona de burros! Acá para colmo un calor asqueroso que empezó el día mismo que se fueron, se la salvaron.

Besos y cariños

Coco_

jueves, octubre 05, 2006

Daniel, contratapista

A partir de este paratexto, que gentilmente robamos a Daniel Link para la contratapa de "Querida familia 2" (y cuyo evidente punch marketinero triplicará las ventas del mentado volumen), surge el siguiente intercambio de opiniones:

Comments:
pregunta:

¿Sólo el diario de ellos interesa pq es utilizado como motor de obra?
acaso no es ir incontra de la idea de literatura menor y canonizar su fuerza. A lo mejor lo que digo es una boludes atómica , ya que se trata también un poco de públicidad y de arenga, así que mis disculpas. Pase, leí y dije lo que pensé.
dam
# posted by guacha editora : 1:47 PM

Ehhhh, creo que el texto no habla de diarios, sino de cartas.
El texto aparece en una contratapa, pero fue publicado en otro lugar como artículo (a propósito del tomo anterior de cartas de Puig), de modo que no es, estrictamente hablando, un texto de circunstancia.
El problema de la "obra", naturalmente, supone el problema del "autor". No tratándose de ciencia, sino de artefactos culturales, es necesario que haya "obras" y "autores". De otro modo, ni siquiera una polítcia contracanónica sería posible.
Saludos
# posted by linkillo : 3:38 PM

martes, octubre 03, 2006

Sarcasmo

Ahora la gente de la revista La Nación, con justa intertextualidad, se mofa de nuestro extravagante estilo contratapístico, a la hora de empastillar “Los estantes vacíos”.

lunes, octubre 02, 2006

No voy en tren, voy en avión

[Suplemento Cultura del diario Perfil, por Juan Terranova]

Se acaba de editar el segundo tomo de la profusa correspondencia que el genial escritor argentino mantuvo con su familia. Si en la primera entrega el joven Puig miraba el mundo con arrogancia, ahora se lo reconoce entre los paisajes de Nueva York y Río de Janeiro, practicando el turismo relámpago, preocupado por las traducciones de sus libros y deslumbrado por el formato VHS que le permite ver cientos de películas, y copiarlas, sin salir de su casa.

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