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Es realmente difícil lo de García Schnetzer. No sólo se trata de crear o recrear su personaje sino de lograr que las anécdotas que lo definen sean ingeniosas y originales y que puedan funcionar también como historias apócrifas de Macedonio sin tratar de reproducirlo. Del mismo modo, sus opiniones y sus especulaciones filosóficas deben ser, además de graciosas, plausibles y hasta interesantes para que el libro no se transforme en un pastiche desabrido. Lo curioso es que le sale bien. Es imposible no internarse en Requena con la mayor desconfianza. Es improbable salir de él sin una amplia sonrisa de satisfacción.
Completo, en la Lectora
miércoles, septiembre 03, 2008
Quintín sobre Requena
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1 comentario:
Me gustó Requena!
Saludos.
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