Entrevista a Mario Bellatin, por Silvina Friera para Página/12.
“Soy escritor porque escribo, pero no sé por qué escribo”
Fue el encargado de cerrar el Filba con una lectura performática, aunque sostiene que en esta era de alta exposición de los escritores busca “estratagemas para poner el cuerpo sin ponerlo”: Bellatin reflexiona sobre su propio estilo a través del tiempo.
Escribir para seguir escribiendo resume el impulso vital de Mario Bellatin. Quizás uno de sus mayores logros es existir solamente dentro de lo literario, aunque esas fronteras hayan perforado hace tiempo el margen de los libros, expandiendo sus límites hacia arenas mucho más movedizas. Ahora que a los escritores se les exige “poner el cuerpo” en festivales literarios y congresos –el escritor mexicano fue el encargado de cerrar el Filba con una lectura performática titulada El fantasma del masajista–, Mario está empeñado en una empresa compleja: buscar el modo de “superar” el dilema hamletiano contemporáneo de estar “sin estar”, como si sólo a través de ese gesto huidizo –el manotazo de quien escribe para no hablar a pesar de que le “exigen” todo el tiempo que hable– pudiera sortear las múltiples estandarizaciones y etiquetas que le adosaron desde que empezó a publicar. El sofisticado garfio que tiene en el brazo derecho se sobresalta al recordar que parte del embrión de Condición de las flores (lanzado recientemente por Entropía), una selección de textos rescatados en Perú, donde el autor vivió y publicó sus primeras cinco novelas, fue producto de un trueque con su psicóloga. Cada sesión la pagaba con una cuartilla. “Al comienzo no escribía como escribo ahora”, se justifica y pone distancia de esa zona de su obra. Y confiesa que no ha podido leer aún ese libro y que no sabe qué encontrará en esos textos porque un proceso recurrentemente bellatinesco es olvidar todo el tiempo lo que ha escrito.
Sigue acá.
martes, diciembre 16, 2008
[Ohne Warum]
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