martes, septiembre 05, 2006

Coming Attractions

[fragmento de Opendoor, de Iosi Havilio]


Open Door no se dice siempre igual. Algunos dicen ópendor, y otros opendór. Eloísa dice ópendor, Boca y Jaime, opendór. Yo todavía no me decido. Depende del momento, y de quién tenga enfrente. En general digo ópendor, pero la verdad es que no sé cuál de las dos me gusta más.

El almanaque que cuelga de la manija de la alacena atrasa. Nadie arranca las hojas desde el dos de marzo y estamos a veinte o diecinueve de abril, ya ni sé. No tengo a quién preguntarle. Es bien de noche, deben faltar unas pocas horas para que amanezca. Jaime ronca en el cuarto, no es un ronquido fuerte pero sí persistente, que nunca se apaga. A veces crece, va del agudo al grave, se enoja, después se apacigua, pero enseguida recobra aliento y se acelera. Cuando no ronca, silba, y cuando no silba sopla. De alguna manera habla, dice cosas en ese idioma básico y universal, cosas difíciles, fragmentos de algo que Jaime lleva bien adentro, en las entrañas, y suelta de noche sin hacerse cargo, para que yo lo escuche, y lo comprenda un poco más, o para que empiece a despreciarlo. Estoy desvelada por completo y más proclive al odio que a la comprensión.
Ahora, en la cocina, trago sorbos de ginebra para poder dormirme. Entonces me fijo en este almanaque que nunca había notado hasta hoy y cuyas hojas nadie saca desde hace tiempo. Arranco una por una, del dos de marzo al diecinueve de abril. Estoy a punto de hacer un bollo con todos los días y tirarlos al tacho de basura pero un descubrimiento me detiene. A cada hoja le corresponde una frase entrecomillada al dorso de la fecha. Están firmadas por personajes célebres, escritores, artistas, filósofos, estadistas, hombres y mujeres notables, a primera vista muchos más hombres que mujeres. Algo así como una consigna para encarar el nuevo día. Algunas son confusas o están mal traducidas, las más proponen conductas impracticables, hay proverbios chinos, refranes criollos, versículos bíblicos, fragmentos de la literatura universal. Uno de los temas más recurrentes es la codicia. Otro es la relación entre cuerpo y alma.
Retengo dos citas, una por ingeniosa, la otra porque me deja pensando. La primera es de Schopenhauer, al menos el almanaque se la adjudica, y dice: “La mujer es un animal con cabello largo e ideas cortas.” Horacio firma la otra: “No sacar de la luz humo, sino humo de la luz.” Me encanta, no sé por qué.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

bieeeeeeeeeeeeeeen!

Anónimo dijo...

congrats, iosi...

Anónimo dijo...

Exacto: salúdenlo, batan palmas, reserven sus ejemplares...

Anónimo dijo...

¡Y eso que todavía no vieron la conmovedora tapa roja que prepara el Departamento de Diseño y Cosido!

Anónimo dijo...

Qué clase de nombre es Iosi Havilio? Es un pseudónimo artístico?

Anónimo dijo...

bravo iosi, bravo. yo tampoco sé por qué, pero este aperitivo me encanta. se viene el best-seller que competirá con rp de igual a igual? veremos...

Apostillas dijo...

Nuestros autores no compiten: desarrollan fuerzas sinérgicas de proporciones cataclísmicas.

Anónimo dijo...

Lo de las materninades es real. Ahora, en cuanto a las librerías, supongo que, para competir con, por ejemplo, lachica, me falta un baño de glamour y varios cientos de ejemplares.

Anónimo dijo...

Eso: ya no cientos, me faltan miles.

Anónimo dijo...

¿Y erratas? ¿Quién tiene más? ¿Eh?

Anónimo dijo...

No, erratas no hay, anónimo, no seas palurdo.

Anónimo dijo...

¿No hay? ¿Seguro? Lo dudo muchísimo, eh.

Anónimo dijo...

Bueno, al menos en Los estantes vacíos, por claro mérito de los editores, no se ve ninguna.

Anónimo dijo...

No son visibles al ojo desnudo. Son como vacilos, protozoos, microorganismos diabólicos...

Apostillas dijo...

Editalo, cretino miserable.

Apostillas dijo...

¿O es que ahora no se pueden tener errores honestos?

Apostillas dijo...

Date cuenta, rufián: tu actitud pendenciera, tu vocación de alcahuete y tu tolerancia cero te ponen al borde del ostracismo, de la lista noir. Vas a ser el Jorge Asís de esta editorial.

Apostillas dijo...

Repeticiones, bah. Preferí pensar en alguna figura retórica puesta por obra y gracia de tu natural sentido poético. ¿La iteración quiásmica? ¿El espejo poliptotónico? ¿El carbónico anafórico? Ahora se me escapa el nombre exacto. Perdón.

Anónimo dijo...

Es absurdo que virus y bacilo no arranquen con la misma letra.