miércoles, noviembre 26, 2008

Bellatin en Debate

Mario Bellatin es, indiscutiblemente, un escritor continental consagrado. Al igual que su compatriota Juan Villoro, elige publicar en nuestro país por medio de editoriales independientes. Primero Interzona, luego Mansalva y, ahora, Entropía lanzó Condición de las flores, que, además del texto homónimo, incluye una selección de más de quince años atrás rescatados en Perú, donde este escritor, quien tiene en lugar de brazo derecho un garfio, vivió de joven y publicó sus primeras novelas. Actualmente, dirige en México DF la Escuela Dinámica de Escritores.
La conversación con Debate empezó cuando recordó un incidente que protagonizó con el diario La Nación: “Fue un episodio divertido. Me habían pedido un artículo sobre el escritor japonés Yasunari Kawabata. Tomé textos de críticos argentinos sobre mi obra, mezclé fragmentos y en los sitios donde decía Bellatin puse Kawabata. Quería ver si funcionaba, no por compararme con Kawabata ni mucho menos, pero sí para cuestionar si se puede realmente escribir sobre un autor o no, si hay lógicas que se repiten. Era un guiño más que nada, y pasó rápido, pero ahora La Nación no me hace más entrevistas. Yo había puesto debajo que el texto había sido ‘hecho con técnica de copy paste’, lo cual era una aclaración leve, porque nadie sabía en qué consistía la técnica, pero avisaba que había alguna impostura. La Nación no incluyó esa aclaración. Y en cualquier caso, el artículo seguía impulsando a leer a Kawabata. Pero varios me reclamaron que no saliera aclarada la técnica”.

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martes, noviembre 25, 2008

Pola en Confesionario + Música

Confesora: Cecilia Szperling
Lady Cavendish (Pola Oloixarac + Etián Insinger)
Paula Maffia fa da sola
Piel de Lava - Elisa Carricajo, Valeria Correa, Pilar Gamboa, Laura Paredes.

En la sala Batato Barea,
hoy martes a las 20.30hs.
Corrientes 2038, Centro Cultural Rojas.

viernes, noviembre 21, 2008

Requena, el silencio del escritor

Por José Luis Prado [para Designio de las notas]

Requena, novela, apostilla o algo más o menos cercano a estas clasificaciones, toma como estructura la fractalidad, lo segmentado y, siguiendo a Calabrese: “un caso de monstruosidad geométrica es la exigencia de dimensiones no enteras, correspondientes a fracciones” pero, actualmente hay una valoración estética y, el texto de Alejandro García Schnetzer, lo demuestra. Requena cumple con su carácter gradual; es decir, tiene “una estructura irregular que se repite más o menos en sus partes y en cualquier grado que se observe”.
Requena es una figura que recuerda al filósofo y escritor Macedonio Fernández. En el texto hay marcas “Sobre la realidad y el tiempo. Nuestro maestro jamás llegó a negarlos del todo. Decía tener sospechas y algunas pruebas de que existían. Dudaba y desconfiaba igual de ambos. Decía no haber sentido nunca como propios los supuestos de Berkeley y, esto por la razón de que nunca los había leído. Nos pedía, asimismo, que evitáramos explicárselos.” La mayoría de las veces Schnetzer eleva sus sentencias para delegarlas al absurdo. El libro trata sobre poesía, filosofía. La noche está invitada pero todas están encaminadas a la escritura o a la imposibilidad de ésta porque, al final, lo que tenemos es un escritor que jamás publica un solo libro pero, eso qué importa si su vida ha sido completamente literaria.
La novela está llena de anécdotas, de reflexiones filosóficas y literarias las que servirán para ayudar a comprender un mundo, cercano a la literatura, en las tertulias del café Albéniz. A través del aforismo, el autor arroja alfileres que detienen la lectura, una breve interrupción del tiempo para pensar lo que quiere decir “Puede haber días en los que no existimos y otros que sí, ¿no se acuerdan?” Requena, insisto, es un poeta y cree en la poesía como un hecho común, más de lo que se ha dado en suponer, se suscribe a un semanario, llega el vendedor tocando a su puerta y le dice “Castillo, encantado, de Ensenada.”, Requena se reafirma en esa frase. El texto, como dije, gira en torno a la escritura, “Imagino que escribió mucho, dice Madariaga. Qué esperanza. Apenas se pone uno a escribir, las ideas huyen espantadas… Yo creo que mentía y lo hacía para no leernos lo que escribía, para que después no lo imitáramos… para que en todo caso aspiráramos a imitarnos a nosotros mismos.” “Supimos por nuestro maestro que un verdadero poeta debía aprender a decirse, a callarse, a renunciar a toda vanidosa aspiración de comprender el mundo…”
Parece que esta idea de aprender a callarse, de la desaparición a través del silencio, está siendo transgredida por el autor quien juega con una técnica narrativa más cercana al entresijo, construyendo a partir de diferentes voces narrativas a la figura de Requena, “cuando entró descubriéndose, un libro en la mano, el traje oscuro. Había dejado la bicicleta contra el árbol…Nos enteramos de que se llamaba Requena.” Hay en éste, un anonimato o una pretendida desaparición del personaje “Nunca supimos su verdadero nombre. Yo tenía para mí que se llamaba Salvador; Gorostiaga, Expósito; Maldonado, Héctor o Valentín. Creo que fue Lanuza el primero en referirse a Requena como el maestro.” Lo que busca Alejandro García Schnetzer en Requena, es dar la espalda a la escritura, a la consagración literaria, al escritor, eso que algunas veces, termina por desquiciar a cualquiera “la recuperación, el rescate de la figura, la exposición homenaje en la Biblioteca Nacional”, y es en este sentido, en el que el joven escritor argentino justifica la presencia difuminada de Requena, personaje excéntrico de la primera mitad del siglo XX que piensa y se conduce en un saber del
mundo intentando trascender la duda. Al parecer, el intento ha fallado y no era para menos: el poeta se ha quedado detenido, como en un accidente, en la imposibilidad, en la duda que lo acecha.

jueves, noviembre 20, 2008

miércoles, noviembre 19, 2008

Genética del Anís

Por Daniel Gigena [para ADN]

Con una arquitectura similar a la de Kavanagh, de Esther Cross, Anís concentra alrededor de un edificio porteño a una "fauna variopinta y extrañamente regular": un ex agente alemán, una soltera desilusionada, una niña zen, un grupo revolucionario, un ex izquierdista convertido en burócrata y una joven pánfila. Mediante chismes, pompa verbal y rezagos de la novela de espionaje, vecinos e ideólogos interpretan una inofensiva farsa ebria.

Según Chesterton, "la literatura de la alegría es infinitamente más difícil, más rara y más triunfal que la literatura en blanco y negro del dolor". Estupefacta, la voz narrativa filtra los episodios que los personajes imaginan protagonizar; este recurso deja entrever una intencionalidad estética: la escritura cómica como "ejemplo de lo posible" en contra de (también en términos del texto) "la policía de la consistencia".

lunes, noviembre 17, 2008

Boutique Bellatin

La primera imagen muestra a Ariel Schettini, Mario Bellatin y Graciela Goldchluk durante sus formidables alocuciones e interlocuciones (pronto subiremos el texto de Ariel) en la presentación de Condición de las flores en la Boutique del Libro de Thames.
Más abajo, tres eminentes autores de la casa, canon juvenil emblemático, nos observan: Iosi Havilio, Ignacio Molina y Romina Paula. A la derecha asoma Ana Porrúa, próxima a ser editada por el sistema entrópico en 09.
La tercera foto es en las últimas instancias de la misma noche, en una fiesta de la editorial amiga Mansalva, con Bellatin y la inminente Pola Oloixarac reaccionando ante los paparazzis.




martes, noviembre 11, 2008

Bellatin por Entropía

Editorial Entropía presenta
Condición de las flores, de Mario Bellatin.

Sábado 15 a las 20:30 en La Boutique del libro - Thames 1762.
Presentación a cargo de Ariel Schettini y el autor.

viernes, noviembre 07, 2008

lunes, noviembre 03, 2008

El arca de las dramaturgas

Por Alfredo Torchelli

[vía El Arca digital]



Desde el prólogo de esta oportuna y muy bien presentada antología nos alertan con una observación extraña. “Yo creo que no existe el teatro de mujeres como un subgénero”, nos dice la autora del prólogo, Mariana Obersztern. Se trata de siete trabajos de siete autoras teatrales y se quiera o no, se pueda leer como subgénero o no, es teatro escrito por mujeres. Si esto los diferencia del teatro escrito por hombres, es otra cuestión a ser revisada. Otro si digo: en verdad no se trata de obras de teatro sino de textos teatrales, equívoco común heredado del mal uso del término “dramaturgia” el cual significa: “concepción escénica para la representación de un hecho dramático”. El texto es casi siempre anterior y una parte de la dramaturgia propiamente dicha. Con su lectura no se completa la concepción de la obra. Pero se avanza en ella.

Son siete jóvenes mujeres (una de 35 años, dos de 32, una de 31, una de 29, una de 27 y una de 23). Muy jóvenes. Todos los textos son cortos, bien escritos, buscando romper con la tradición naturalista, además son todas actrices, la mayoría directoras de sus obras, muchas docentes de teatro, todas premiadas en concursos importantes, todas habiendo estrenado teatro e incursionando en TV y cine. Un grupo singular y muy rico. El lenguaje utilizado es surrealista, y simbólico, haciendo gala de una contagiosa ganas de bucear en nuevas fronteras, sin abandonar el humor y la frescura. (Se adivina un innegable aire Harold Pinteriano). Claro, naturalmente se corre siempre el riesgo de caer en exageraciones o situaciones disparatadas. Pero no debe interesar tanto, en esta etapa, en la cual es importante valorizar, la valentía, la libertad, la búsqueda aunque sea desmesurada, porque están abriendo caminos. Ellas son: Lola Arias, Mariana Chaud, Julieta De Simone, Laura Fernández, Agustina Gatto, Agustina Muñoz y Romina Paula. Las esperaremos atentamente.