Ahora tomamos Todo esto será tuyo, de Augusto Bianco, y leemos este fragmento:
[...]
Siempre en el centro de las lentes con el logo de TUC refulgiendo en los pectorales, asaltó aviones secuestrados, recuperó ministerios, embajadas, teatros, cárceles tomadas, disolvió y encabezó manifestaciones, despejó piquetes, barricadas, depuso dictaduras, repuso democracias y copó países delincuentes sin nunca comprender qué parte de la misión cumplía consciente y en cuál soñaba.
Cuando descendió a los sumideros de Nueva York a convivir con los hombres-rata, comentó ante las cámaras: “No hay formas de vida indignas”, pero en la transmisión del Primer Canal Mundial se perdió la palabra “no”. Cuando enviado en misión a los países más atrasados denunció las inhumanas condiciones de vida y de trabajo, en el doblaje apareció arengando a los operarios a seguir su ejemplo y superar día a día los límites de la productividad humana. Cuando se hizo disparar a cañón una bola de acero en el abdomen para apoyar la campaña de reclutamiento militar, salivó ante las cámaras: “¡A esto y mucho más hay que estar dispuestos para defender a la patria!” Pero no era lo que había dicho. Cuando logró la rendición de un grupo insurgente que operaba desde el interior de un volcán al que hacía aparecer en actividad mediante el simple artilugio de echar humo por el cráter y exaltó la generosidad de aquellos que encontraron en la lucha por los demás su objetivo de vida, en las pantallas del globo apareció acusándolos de masacres inventadas. Cuando en su carácter de justiciero global se apersonaba en las aldeas más remotas y recibía en audiencia denuncias contra “los ricos que nos quitan las tierras, desvían ríos, manipulan la atmósfera y cercan el mar”, en sus contestaciones mediáticas aparecía anunciando indemnizaciones que cuando se cumplían sólo servían para perpetuar ese estado de cosas. Cuando a solicitud de las corporaciones asociadas viajó a los países inviables y se inflamó de indignación ante las políticas esclavistas, en las pantallas del planeta esa indignación persistía pero dirigida tanto contra el neocolonialismo del pasado como contra las rebeliones del presente que impiden el acceso a los beneficios de la civilidad globalizada.
–¡Sólo la fe en la ciencia y el progreso sustenta! –se lo oyó pregonar protegido por un campo magnético entre falsas bandas de música falsos indígenas y falsos pordioseros en medio de insultos explosiones y pedradas mientras su secretario se esforzaba en seguir las instrucciones por citófono.
viernes, septiembre 01, 2006
Entropía random
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10 comentarios:
¿Pero la agónica victoria de André sobre ese horrible chipriota no compensa?
Y todavía no queda claro qué tan de moda pueda estar el críptico floto-blog della esordiente Romina Paula...
por qué atacan tanto a la pobre heidi de la editorial, la pequeña lachica?
¿Atacarla? Si nuestro único anhelo es catapultarla hacia el éxito...
Entropía: vaya y verá, los cinco grandes del buen humor, pura gente de letras muy bien ubicada en las grandes editoriales y extensas cadenas libreríacas.
Espero que venga ¿por qué cada uno habla de lo que quiere en lo comments? eso está compliqueti, porque la que cae después de mucho tiempo -yo-, no capta las coordenadas ¿se acuerda de ese señor que les hizo prensa la primera vez? ayer presencié una lectura suya... en fin, curiosidades de viernes.
¿A quién se refiere, exactamente?
Al señor GAN.
Pero claro: GAN. Qué memoria tan endeble.
Pasó tanta gente por la jefatura de nuestro departamento de prensa, de todos modos...
Bien por Gzal, un Funes actual e iracundo.
JM: no me dijo feliz cumple ayer.
Oh, no!
Je, me parece que sí, Gzal.
JM: ¡horror!
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