lunes, diciembre 02, 2013

Ilusión de identidades

Carolina Kelly reseña Fauna / El tiempo todo entero / Algo de ruido hace, de Romina Paula, en el suplemento Cultura del diario Perfil.

Más acá de la presupuesta y siempre divergente puesta en escena, Fauna (2013), El tiempo todo entero (2010) y Algo de ruido hace (2007) de Romina Paula plantean varios ejes que sostienen con inapreciable autosuficiencia el interés por el texto dramatúrgico. En todos, series discontinuas de intertextos funcionan como disparadores de núcleos imaginarios que luego son comentados-actuados en su diferencia.
Tópicos clásicos (el mundo como un teatro y la vida como un sueño) hacen de la representación un complejo de cajas chinas y de las hipótesis fantasiosas de sus personajes la potencia lúdica más vital. Con inteligencia, se reflexiona sobre la imaginación técnica como vía privilegiada de la "visión" ilustrada para repensar rémoras realistas que aún hoy son sostenidas con criterios falaces de verdad y de falsedad. Son textos políticos que celebran un "antiproductivismo" y que festejan la soledad de todo artista como un certero e inútil viaje de destrucción. Hacen andar uniones sociales incestuosas con una sintaxis simple y una capciosa literalidad que se desentiende de eufemismos, protocolos y barroquismos costumbristas. Sin ser textos fantásticos, destronan los tipos y los reflejos del realismo tradicional porque trabajan el desvío, el fragmento y el registro como desembozados y predilectos artificios. Aunque parezcan comedias de los errores, son tragicomedias de la confusión y del absurdo, y el común travestimiento no sólo destruye toda ilusión de identidades sólidas sino que los personajes o devienen siempre otros, o se resisten a la siniestra y aburrida clasificación de los normal y de lo correcto, o defienden sus simbiosis con salvaje amor, siempre ligado a alguna forma de crueldad y de muerte.

Publicado en la edición del domingo 24 de noviembre de 2013. Diario Perfil. 

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