domingo, octubre 30, 2005
Googleando
Revisando la Internet para comprobar el éxito de prensa de nuestra última novela (¿Vos me querés a mí?, de Romina Paula), descubrimos que Google rankea mejor la página "Florimomentos" (acertadísimo nombre para un site que glosa los pedacitos más relevantes, que han de ser muchísimos, de la teleserie Floricienta) que la web oficial de nuestra editorial.
Los motivos se comprenden al leer este florimomento, correspondiente al 27-5-05:
Malala a Max- "Vos andá y encargate del negro ese que está en la puerta, que yo a mi chiquita la conozco... desde que era chiquita."
Delfina- "¡Max! Max, mi amor. Max ¿vos me querés a mí?"
Max- "Sí, claro, claro."
Delfina- "¿Sí?... Como todos. Todos me aman, todos los chiquitos, los grandes, los medianos, las plumas, me aman, los amuletos..."
Malala- "¡CHIQUITA!"
Max- "¿Los amuqué?"
Malala- "Los amamuita. Amuamita le decía a la nena cuando era chiquitita. ¿A mamuita cúanto la querés? Mucho decía...
(El amor de los amuletos no es un hallazgo menor.) (El paréntesis es nuestro.)
Mientras nosotros nos embarramos los pies en el lodo de la producción cultural argentina, nuestros autores desafían al huracán Wilma y se dan la gran vida comiendo cebollitas cambray y bebiendo mezcal.
"El viernes pasado, la polícia de la ciudad de Buenos Aires tocó timbre en nuestra casa. Buscaban a S. y pretendían llevárselo por la fuerza para que declarara contra una trabajadora de la carne. Dije que estaba de viaje. Tomamos nuestros pasaportes, nos fuimos a Ezeiza y nos vinimos a México. Mario Bellatín nos consiguió alojamiento en la Casa Refugio de los Escritores. Esta semana dí clases en la Escuela Dinámica de Escritores que dirige. S. inauguró una muestra. Nos vamos adaptando a la vida mexicana... (vía Linkillo.blogspot.com)."
viernes, octubre 28, 2005
Definiciones
Después de un mes de brainstorming ininterrumpido, el Departamento de Relaciones Institucionales nos entrega el siguiente texto:
"Entropía es un nuevo emprendimiento editorial independiente centrado en las distintas manifestaciones de la literatura argentina. Nació en 2004 como un esfuerzo por reabrir espacios de exploración y descubrimiento a través de la producción cultural."
jueves, octubre 27, 2005
martes, octubre 25, 2005
Adelanto de Antuca
Estoy pescando. Solo, en esta playa inmensa, trato de sacar algún bicho del agua. Llevo cuatro horas de espera sin ningún resultado.
En estas cuatro horas pensé mucho en Antuca, en Teresa y en mí. Me imaginé en la cama con ellas. Pensé intensamente en ese triángulo. Pensé en Henry Miller con June y Anais Nin. Dos es lo diferente a uno, pero tres es la pluralidad, es lo total. Lo dual parece destinado a agotarse en sí mismo, a unificarse. Mientras que en un trío siempre hay otro, siempre hay un afuera, siempre hay alguien que atestigüe. Por eso la propuesta de Teresa tiene tanta fuerza que es imposible eludirla. Miro el vendaje de mi mano y siento vergüenza. No entiendo por qué soy tan patético.
Aparecieron muchos bichos raros en la playa. Se desplazan en círculo, caminando sobre largas patas como insectos terrestres, pero salieron del mar, seguramente expulsados desde lo más profundo por un tornado o algún lejano cataclismo. Unas nubes extrañas se van enroscando en el cielo. La atmósfera comienza a ponerse densa y misteriosa.
No es el viento común de nuestras playas, sino el ir y venir de un aire enloquecido. El fenómeno me oprime el pecho. Algo trágico está armando la naturaleza a mi alrededor. Un cielo bajo y oscuro comienza a girar sobre mi cabeza. El mar se encrespa y ruge, y la playa se vuelve hostil. Destrabo la caña de su soporte metálico y comienzo a recoger la línea. Las olas se amontonan una sobre otras como en una estampida de búfalos. Siento un dolor agudo en el corazón y lo masajeo con fuerza, pero no puedo irme, estoy narcotizado por este espectáculo. Me resguardo entre los tamarindos, pero los médanos comienzan a volar y escapo hacia las casas.
Le preguntaron a Daniel...
(...)
¿Quiénes forman el canon Link?
¡Qué pregunta difícil! Escribo sobre mis autores favoritos todo el tiempo: Kafka, Pasolini, Puig, Aira, Carrera. Pero también me gustan mucho Flaubert, Proust o Beckett, a quienes no les he dedicado demasiada prosa (por timidez o por incapacidad). Entre los argentinos soy un admirador de Viñas, Ludmer, Sarlo y Rosa, como críticos. Creo que Aira es un artista enorme que domina actualmente la escena porque ha sabido combinar lo mejor de Puig con lo mejor de Copi (otros dos favoritos míos). Ya mencioné a Walsh y Lamborghini… Entre los latinoamericanos, soy un admirador reverente de Sarduy y Mario Bellatín no deja de sorprenderme. Me gustan muchos escritores y sobre todos ellos escribo en mi próximo libro, Leyenda, que aparecerá antes de fin de año.
Parte del canon -leo en tu respuesta- intimida. ¿Intentás, en Leyenda, vencer esa timidez?
El canon es siempre intimidante. En Leyenda divido el presente en dos márgenes: “restos diurnos” y “márgenes”. Dejo al lector la tarea de deducir hacia qué lado me siento arrastrado.
(...)
sábado, octubre 22, 2005
Dijo Daniel:
(...) Leyenda no es un libro de historia de la literatura argentina sino más bien un tratado de arqueología sobre la literatura argentina considerada como una ruina (¿qué literatura nacional no lo es?). Por eso, cada una de sus partes se presenta como un corte y sólo eso. Y cada uno de esos cortes representa un instante de peligro no tanto del pasado sino del presente: peronismo y misterio, crítica y política, crisis de la literatura y milenio. Cada lector podrá arrojar los dados para obtener combinaciones nuevas, pero los dados son ésos. Y un golpe de dados, como se sabe, jamás abolirá el azar (ni la coacción).
Por supuesto, habiendo desechado la ilusión de presentar el libro como una historia particular de la literatura argentina, lo importante es el punto de llegada, el milenio, es decir: la literatura producida, agónicamente, hacia finales del siglo XX y comienzos del XXI (aproximadamente entre 1995 y 2010, cuando la carrera por decidir cómo y cuál es la literatura del segundo centenario y quiénes integran esa generación estará ya, por fuerza, decidida). Así, los capítulos anteriores al “milenio” deben entenderse como cortes retrospectivos: parto del presente para entender de dónde nos viene (de dónde imaginamos que nos viene) una determinada relación (una relación actual) entre literatura y cultura industrial, crítica y verdad, arte y política. (...)