sábado, octubre 22, 2005

Dijo Daniel:

(...) Leyenda no es un libro de historia de la literatura argentina sino más bien un tratado de arqueología sobre la literatura argentina considerada como una ruina (¿qué literatura nacional no lo es?). Por eso, cada una de sus partes se presenta como un corte y sólo eso. Y cada uno de esos cortes representa un instante de peligro no tanto del pasado sino del presente: peronismo y misterio, crítica y política, crisis de la literatura y milenio. Cada lector podrá arrojar los dados para obtener combinaciones nuevas, pero los dados son ésos. Y un golpe de dados, como se sabe, jamás abolirá el azar (ni la coacción).
Por supuesto, habiendo desechado la ilusión de presentar el libro como una historia particular de la literatura argentina, lo importante es el punto de llegada, el milenio, es decir: la literatura producida, agónicamente, hacia finales del siglo XX y comienzos del XXI (aproximadamente entre 1995 y 2010, cuando la carrera por decidir cómo y cuál es la literatura del segundo centenario y quiénes integran esa generación estará ya, por fuerza, decidida). Así, los capítulos anteriores al “milenio” deben entenderse como cortes retrospectivos: parto del presente para entender de dónde nos viene (de dónde imaginamos que nos viene) una determinada relación (una relación actual) entre literatura y cultura industrial, crítica y verdad, arte y política. (...)

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