miércoles, febrero 22, 2006

Estudios sobre la histeria

En “Mundo Playmobil”, de facundo GV, encontramos un atendible e inteligente análisis de ciertos aspectos de la novela de Romina Paula. (La mayoría de los comments que secundan al post son de una imbecilidad supina, pero es muy probable que ésa sea una de las leyes estructurales del mundo blogger, y no su excepción...)

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La primera vez que conocí a Romina Paula fue en una olimpíada; nuestra competencia se concentraba en ver cuál de nosotros conocía más a fondo el alma de un amigo en común; si bien la competencia se vió entorpecida por la lluvia de vino López tinto y la medalla fue retornada al vacío, tengo vagos recuerdos de haber mantenido durante un buen rato una conversación basada en un principio ético en común: la histeria como modo de vida.
¿Vos me querés a mí?, la primer novela de Paula es, ya desde el título, la histeria de mi generación trasladada al formato literatura. Dos historias y dos registros completamente distintos para abarcar esas historias relacionadas débilmente; como símbolo de esa histeria, de ese “sí pero no” o ese “no pero sí “, hay dos momentos delimitados gráficamente; un momento, donde la histeria se comporta culturalmente, en voz alta y esperablemente; esa es la parte más fácil de ser leída y que más vacía e incompleta resulta; el segundo momento muestra lo que ocurre interiormente en la histérica protagonista, Inesia; esa es la parte más interesante, más perturbadora y la que, en buena parte, paga la novela.
En ese primer momento, en donde Paula saca chapa de puigista posmoderna, uno encuentra este diálogo entre la protagonista y su casi-novio, diálogo casi lleno de una descripción universalmente conocida de la histeria, lo cual lo hace superfluo: “Sí… Si a mi primer noviecito ni lo dejaba tocarme, porque me daba pudor… Después, una vez salí con un flaco del sur, que me encantaba, y le corté porque me gustaba demasiado, como que me excitaba, y me daba culpa. Una vez me tocó el culo y un poco me gustó y al día siguiente le corté, porque me daba vergüenza.”

Sigue acá.

9 comentarios:

Apostillas dijo...

¡Qué comment tan, tan inteligente! Un oasis de perspicacia y justeza en este gobbi de árida tontería...

Apostillas dijo...

Sé que decís esas cosas hirientes movido sólo por tu afán de polemista público... (No por odios soterrados, vendettas personales ni envidias deportivas...)

Anónimo dijo...

¡Petardista, camorrero!

Playmobil Hipotético dijo...

recién ahora leo el post. gracias, Juan; los comments fueron producidos luego de una noche de mucho alcohol, pero esa es una de las leyes, como decis.
gzal: sí, seguro, no es un tratado sobre la histeria, no lo hubiese tolerado, pero es una forma si querés un poco arbitraria de hablar de lo que leo.
smd: empezá por donde quieras o no, yo que sé.

Apostillas dijo...

Ya dejen de exagerar. Todos ustedes.

Apostillas dijo...

Por la descripción de sus componentes, parece una estupenda reseña. De tenerla, la subiríamos con gusto en este blog.

luzpearson dijo...

Que alguien comente algo al respecto de tal discriminación, por favor.

Anónimo dijo...

Claro, a él nadie le pide que no se pase de listo, ¿no?

luzpearson dijo...

no saltaré, las mujeres somos indefendibles.