jueves, marzo 23, 2006

Saer por Link

[fragmento de "Opiniones contundentes", de "Leyenda"]

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“No es que los nuevos soportes no permitan una elaboración estética, pero vivimos una invasión de productos industriales. El modo en que los grandes grupos monopólicos hegemonizan la cultura es inadmisible. Esto afecta severamente a la literatura porque afecta a la industria del libro”, pensaba Saer. Aunque lo que reconocemos como “la literatura” no debería coincidir necesariamente con “la industria del libro”, Saer era consciente de hasta qué punto los dictados de la industria interfieren en el sistema de conceptos que es “la literatura” en un momento determinado. “Afortunadamente, siempre hay proyectos independientes. Y mientras haya una industria del libro independiente, queda garantizada la existencia de la literatura. La ventaja que presenta la literatura escrita en lengua española es que, habiendo varios centros editoriales (Buenos Aires, Barcelona, México), eso hace más pluralista el funcionamiento del mercado.”
Saer creía que no hay que aceptar los engaños. Una editorial no es solamente un proyecto comercial sino también un proyecto de intervención política en el seno de la sociedad y de la cultura. Por lo tanto, “no importa si Antonio Di Benedetto vende o no. Me parece que sus libros son mejores que algunos que venden decenas de miles de ejemplares, firmados por personas que ni siquiera podríamos calificar como escritores”. Saer se negaba a dar nombres, prefería no hablar –sobre todo– de sus colegas argentinos. Después de mucho titubear se animó a tomar a Paulo Coelho como representante de lo que despreciaba. “Es sólo un ejemplo: Coelho es un estereotipo de la literatura de mensaje. Su falso optimismo es muy comercial y tiene por objeto embarcar a los lectores en esa ficción de la falsa felicidad. No estoy en guerra con esa gente, pero reclamo un espacio para la literatura (Gadda, Vallejo, lo que se prefiera) menos preocupada por el mensaje en el sentido en que lo hace Coelho.”
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16 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Todo el libro es así, con este discurso de barricada?

Loli dijo...

quién dijo que es necesario escribir?

Anónimo dijo...

Que son dos de los más formidables escritores del habla hispánica toda. Así que difícilmente se sostenga una intervención armada en contra de ellos. El crítico que emprenda esa cruzada fundamentalista corre el riesgo de terminar como el burlador burlado (de recibir, como quien dice, el tipo por la culata), de quedar expuesto en su resentimiento y tiña. Espero no sea éste el caso.

Apostillas dijo...

Yenny es siempre tan reveladora con sus estadísticas de mala muerte:

Clientes que compraron Las Piadosas también compraron

El Codigo Da Vinci
El Dia que Nietzsche Lloro
Atroz Encanto de ser Argentinos
Mal de Amores
La Pesquisa

Anónimo dijo...

Pobre Saer.

Apostillas dijo...

Ya nadie comenta hoy. Temo que Llach borre su post.

Apostillas dijo...

¿Mañana hay post? ¿O es que nos prendemos en el feriado de la controversia?

Loli dijo...

me extraño

Molina dijo...

Acá estoy. No posteaba porque estaba meditando sobre el color.

Molina dijo...

No comentaba, quise decir. Sí posteaba.

Apostillas dijo...

¿Teme los embates de Romana, Molina? No sea tan quisquilloso.

Molina dijo...

Y bueno, antes que leer un embate de Romana prefiero leer Las Piadosas.

Anónimo dijo...

Ay, qué Molina remolón... aquí me tienen, y no vengo a pelear, ni a hablar de la belleza de Piro. Vengo a desearles feliz feriado. A usted, Alfonsina, especialmente.

Anónimo dijo...

Gracias, Romana. Ya le dije: volveré, vestido de mar y con cuatro sirenitas como escolta.

Loli dijo...

Yo te asesoro gzal (como ves, JM se ausenta y yo ya te tuteo)

Loli dijo...

a tus órdenes gzal.